No lo podía creer, pero esta noche la llegar a mi casa me encontré un
tanque militar
estacionado en la calle. No resistí la curiosidad y
tuve que regresar a pie. Algo nervioso pregunté --¿Puedo tomar una
foto? --No, está prohibido... pero, ahí está el comandante.. Mejor
pregúntele a él.
--¿Puedo fotografiar el tanque? --Sí, desde luego,
aunque mañana habrá desfile y ahí podrá fotografiar con luz de día a
muchos más tanques --Y, ¿qué andan haciendo por aquí? --Aquí a la
vuelta está el campo militar. --Sí ya sé, yo vivo aquí cerca,
pero... ¿qué andan haciendo aquí en la calle? Nunca los había visto en
la esquina. --Cuidando su
seguridad. --¿Con un tanque? --No es un tanque, es más bien un tanque
ligero o tanqueta. Aquí vamos a estar para ahuyentar a los
delincuentes y proteger a los ciudadanos.
Efectivamente, una semana después había otro tanque ocupando la misma esquina. Su presencia impedía caminar por la banqueta, lo cual forzaba a los peatones a bajar a la calle y caminar por enfrente de la ametralladora, que un soldado con la cara cubierta de un pasamontañas y el dedo junto al gatillo apuntaba hacia la calle.
Además de hacernos sentir intimidados, ¿para qué mas puede servir un
tanque en la calle? Me da risa imaginar al tanque destruyendo casas a
su paso mientras persigue a su natural paso lento pero seguro a algún
sospechoso, disparándole cañonazos.