[Date Prev][Date Next][Thread Prev][Thread Next][Date Index][Thread Index]

La ciencia contra la democracia (por Federico Campbell)



La hora del lobo
Federico Campbell


La ciencia contra la democracia



Después de la confusión se dio un anticlímax. El lunes
amanecía uno con la sensación de que su candidato
había perdido, a la buena o a la mala. El martes
retoñaban las esperanzas y el miércoles volvía un
conteo de las actas que pareció desde el principio
minuciosamente programado, sobre todo en lo que
concernía a su pauta in crescendo y a su gran finale.
Había una preocupación reiterada en algunos
funcionarios del IFE, en los representantes del PAN y,
en consecuencia, entre los empresarios y los locutores
televisivos y radiofónicos encargados de establecer un
cierto consenso: que los partidos se comprometieran a
acatar los resultados anunciados por el IFE (¿incluso
en la hipótesis de que hubiera habido una operación
fraudulenta?) y que a nadie se le ocurriera comparar
lo que estaba sucediendo en ese momento con al fraude
de 1988 que le permitió a Carlos Salinas actuar como
presidente sin en verdad serlo. 
  Pero la mente humana tiende a la analogía. El
silencio de Ugalde la noche del domingo equivalió a
otra bartletteada, la caída del sistema. Otra
similitud con 1988 fue el deseo de que no se abran las
urnas y que esta decisión será refrendada, en cuanto
se sienten, los nuevos diputados (como lo hicieron los
panistas con Salinas). Gracias a la gran alcahueta que
es la televisión mexicana se empezó a fijar como una
verdad universalmente aceptada que un fraude maquinado
es imposible, como si los militantes que estaban en
las casillas fueran ciudadanos por encima de toda
sospecha, bioquímicamente puros. Se sabe que el fraude
está dentro de los paquetes, que las actas ya traen el
fraude. Lo hicieron los republicanos de Bush en Ohio y
en Florida, en el país de la democracia.
  Ciertamente en 1988 los partidos no contaban con una
copia de las actas y hoy sí; no existía el IFE y todo
se fraguaba en los sótanos de la secretaría de
Gobernación. Pero o cierto es que vivimos en un país
en el que los gobiernos no han dejado que los
ciudadanos hagan valer su voto. Empezó sucediendo con
Francisco I. Madero en 1910 y la historia se repitió
con el fraude a Vasconcelos en 1929 y más tarde otra
vez: en 1940, en 1952, en 1988. Para mal y para mal
vivimos una época de fraudes incluso en los países más
civilizados del mundo y de elecciones muy apretadas,
en Estados Unidos, Alemana, España, Italia (donde no
pudo ganar la tele).
  Robert F. Kennedy Jr. publicó a principios de junio
en la revista Rolling Stone un estudio sobre las
elecciones presidenciales de 2004. Luego de dos años y
con un equipo de académicos expertos en estadística y
sobre todo en computación, Kennedy estableció que a
más de 350 votantes se les impidió votar, se les borró
del padrón o simplemente sus votos no se contaron. Se
anuló también el empadronamiento de decenas de miles
de votantes predominantemente negros y latinos en
zonas urbanas y que siempre votan por los demócratas.
En el estado de Nuevo México, donde la elección fue
decidida por un margen de 6 mil votos, las máquinas se
atascaron y dejaron de registrar unas 20 mil boletas.
  ?Por segunda vez consecutiva en las elecciones, el
presidente de Estados Unidos fue seleccionado no por
la voluntad del pueblo, sino bajo una nube de trucos
sucios?, dice el diputado Dennis Kucinich. ?La mayor
amenaza a nuestra democracia es la inseguridad de
nuestro sistema electoral. Lo que está en juego aquí
es la idea de un gobierno del pueblo y por el pueblo.?
  Lo que ha sucedido es que la tecnología moderna se
ha venido utilizando en contra de la democracia,
irónicamente. Pasó con ella algo semejante a la
ciencia que obraba contra la vida cuando se utilizó la
fisión nuclear para matar gente en dos ciudades
japonesas.
  En 1988 viajaron a Londres dos personajes del equipo
de Carlos Salinas para entrevistarse con los autores
ingleses ?del método RAS de cálculo de matrices
bipropocionales para conseguir su ayuda en el diseño
de un programa??, cuenta Jorge Castañeda en La
herencia, en un estudio que aparece en las últimas
páginas del libro, casi como un epílogo. 
  Era preciso poder correr el programa varias veces,
?para incorporarle consideraciones políticas a la luz
de lo datos arrojados para ciertas celdas: el PRI no
podía lograr 300 votos en la casilla 3ª del cuarto
distrito de Veracruz, por ejemplo, porque se ubicaba
en un barrio de decenal lealtad panista?.
  ?De regreso a México, los viajeros hicieron un
equipo con tres o cuatro operadores de las máquinas de
Gobernación y un número equivalente de expertos
políticos del PRI, peritos galardonados en la
cartografía electoral del país.?
  ?En términos matemáticos, el algoritmo era fácil de
construir, pero el tamaño de la matriz era
apabullante?, explica Jorge Castañeda.
  Si la algoritmia es la ciencia del cálculo
aritmético y algebraico, el algoritmo viene siendo la
alteración del ?guarismo?.
  Mejor que nosotros lo sabe el matemático de la UNAM
Luis Enrique Ramírez que el miércoles 5 de julio
advirtió en La Jornada que se podría utilizar un
cierto algoritmo en el recuento por el IFE de las
actas de ese mismo miércoles. Lo había inferido del
análisis matemático que hizo del ?comportamiento
errático y tendencioso de los resultados que arroja el
PREP?.
  El problema está, según él, no en los datos de
entrada sino en un algoritmo matemático que se activa
ya sea con una clave o con el reloj de la misma
computadora.
 

 http://campbellobo4.blogspot.com/ 

__________________________________________________
Correo Yahoo!
Espacio para todos tus mensajes, antivirus y antispam ¡gratis! 
Regístrate ya - http://correo.yahoo.com.mx/