DR. WOLF LUIS MOCHAN
BACKAL
CENTRO DE CIENCIAS
FISICAS
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE
MEXICO
Presente
Por problemas en nuestro servidor de correo, hasta hoy
me estoy permitiendo hacerle llegar el artículo escrito por nuestro consejero,
Dr. Alfonso Larqué Saavedra, titulado “Yucatán se define a favor de la
ciencia y la tecnología”, publicado el día de ayer, en la sección Opinión del periódico La
Crónica de Hoy.
Aprovecho la ocasión para enviarle un cordial saludo.
Atentamente,
Luz Elena Cabrera Cuarón
Secretaria Ejecutiva Adjunta
Consejo Consultivo de
Ciencias de la
Presidencia de la
República (CCC)
San Francisco No. 1626-305
Col. Del Valle
Delegación Benito Juárez
03100 México, D.F.
Teléfonos
(52 55) 5524-4558, 5524-9009
y 5534-2112
lecabrera@ccc.gob.mx
correo@ccc.gob.mx
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Por: Dr. Alfonso Larqué
Saavedra* | Opinión
Miércoles
9 de Julio de 2008 | Hora de publicación: 04:53
Yucatán
se define a favor de la ciencia y tecnología
En el teatro Peón
Contreras, recinto del más alto valor histórico de Mérida, la gobernadora del
estado anunció, el pasado 26 de mayo de de este año, la instauración del
Sistema de Investigación, Innovación y Desarrollo Tecnológico del Estado de
Yucatán (Siidetey). El anuncio lo hizo ante investigadores de la península y
representantes del sector social y empresarial, diputados, rectores, directores
y representantes de instituciones como el Conacyt, la UNAM, el Cinvestav, el
INIFAP, la Academia
Mexicana de Ciencias (AMC) y el Consejo Consultivo de
Ciencias de la Presidencia de la República (CCC), entre otros. Dicho sistema se
crea como una estructura organizativa de instituciones de educación superior y
centros de investigación que, sin perder su identidad y régimen jurídico
propios y en el marco de sus principios rectores, potenciará las capacidades
del estado en materia de formación de recursos humanos de alto nivel en materia
de investigación científica, de innovación y de desarrollo tecnológico. El
sistema pretende promover y fortalecer la ciencia y tecnología como parte de la
cultura del estado de Yucatán. El decreto que enmarca tan importante sistema
nace del pronunciamiento del Plan Estatal de Desarrollo 2007-2012, en el que se
anunciaron ocho áreas de desarrollo, definiendo una de ellas como
“Yucatán Científico y Tecnológico”. Además, en dicho plan se
establece la asignación de recursos y se hace el pronunciamiento de impulsar
conjuntamente con instituciones de educación superior y empresas el desarrollo
de la industria tecnológica de Yucatán. Tal acontecimiento tiene varias
lecturas como un hecho histórico para la ciencia en México. Mencionaré sólo
dos: en primer lugar, por el hecho mismo de anunciar que se estableciera como
política de gobierno impulsar la ciencia y la tecnología y, además, el hecho de
que la gobernadora tomara con toda responsabilidad la Ley de Ciencia y
Tecnología del estado, aprobada en mayo de 2004, que señala en su primer
artículo que se “impulsarán, fomentarán y coordinarán las diversas
acciones públicas y privadas orientadas al desarrollo científico y tecnológico
del estado”. Éste es un acto de particular relevancia, porque de manera
clara se atiende una ley. Fue además sorprendente que de inmediato se
anunciaran, en principio, recursos por más de 170 millones de pesos para
impulsar la ciencia y la tecnología en el estado, cifra que ha sido señalada
por los medios como un financiamiento que alcanzará el 2.8 por ciento del PIB
de la entidad. El
espíritu de esta política fue secundado por el Conacyt y seguramente se sumarán
en su financiamiento otras instituciones federales como la SEP, la Sagarpa, la
UNAM y el Cinvestav, entre otros, e igualmente el sector empresarial de la
región, que ya manifestaron su beneplácito por tan importante planteamiento.
Creemos que otras agencias y fundaciones nacionales e internacionales
participarán en la iniciativa.
Un señalamiento importante de la gobernadora fue destacar que seguramente no
verá los frutos de esta iniciativa, lo que debe dar confianza a los académicos
que trabajan en Yucatán sobre el planteamiento visionario, entendiendo que esta
política requiere de apoyo permanente durante varios años para que se generen y
se aprecien los impactos que puedan tener la ciencia y la tecnología que se
realiza en el estado. La Secretaría de Educación yucateca será la instancia
coordinadora del acuerdo referido, y ya ha iniciado el trabajo para consolidar
el sistema. De hecho, se señaló que existirá un parque científico tecnológico
cerca de Mérida, en donde se establecerán centros de investigación y se
instalará una biblioteca y laboratorios centrales, entre otras instalaciones.
Durante su intervención señaló, además, que las ciencias sociales y
humanísticas serán parte del sistema y se integrarán al igual que las ciencias
exactas y naturales. Recordemos que Yucatán tiene el antecedente de que en 1842
planteó una política semejante relacionada con el henequén, la cual, al ser
exitosa, permitió generar riqueza al estado. Tal experiencia seguramente está
en la mente de la sociedad yucateca que recuerda el éxito y acepta que la
ciencia y el desarrollo tecnológico son fundamentales para que la
transformación social y económica ocurra. Yucatán tiene una población de sólo
un millón 650 mil 210 habitantes y, sin embargo, el capital humano en ciencia y
tecnología con el que cuenta es el más rico del sur-sureste del país: tiene
cerca de 700 investigadores, de los cuales más de 320 son miembros del Sistema
Nacional de Investigadores (SNI). Esto quiere decir que en el estado hay un
investigador nacional por cada cinco mil 156 habitantes, cifra que es, por
mucho, un buen indicador si se compara con la media nacional de un investigador
por un poco más de ocho mil habitantes, y si partimos del hecho de que en el
país existen 14 mil miembros del SNI. En Yucatán hay registrados 75 postgrados,
de los cuales 23 están adscritos al Programa Nacional del Postgrado con 14
programas doctorales; tiene, además, instituciones yucatecas de reconocido
prestigio, como la Universidad Autónoma de Yucatán, el Instituto
Tecnológico de Mérida y el de Condal; a esto se aúnan centros de investigación
como el Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY) y el Centro de
Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) que se fundaron en 1979 y
1980, respectivamente; en el sector agrícola se establecieron el Instituto
Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) y el
Centro Regional de la Universidad Autónoma de Chapingo. En el presente
siglo, la UNAM ha establecido dos centros: uno en Sisal, que inicialmente creó
la Facultad de Ciencias y que ahora, se comenta, abrirá sus puertas a las
facultades de química e ingeniería, y otro en la capital del estado en ciencias
sociales y humanidades. En la ciudad de Mérida también se suman a esta lista
unidades del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología
Social (CIESAS) y el Centro de Investigación y Asistencia en Tecnología y
Diseño del Estado de Jalisco (CIATEJ), entre otros. Existen también varias
universidades privadas que han consolidado prestigio y reconocimiento regional
y nacional. Finalmente, habría que agregar el importante papel que tiene la
unidad del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
En el año 2000 los científicos del estado establecieron la Sección Sur-Sureste
de la Academia
Mexicana de Ciencias, que actualmente tiene cerca de 60
miembros. No es extraño que a este polo académico lleguen Premios Nobel a
impartir conferencias y se lleven a cabo en Mérida un gran número de reuniones
científicas y tecnológicas nacionales o de perfil internacional, como el Panel
Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC). Este panel fue galardonado con el
Premio Nobel de la Paz en diciembre de 2007.
La visita de científicos de diversos países que hacen estudios, principalmente
en los tres laboratorios naturales con los que cuenta el estado, y que son la
cultura maya, el cráter de Chicxulub y sus recursos naturales, así como el
acuífero peninsular, que es único en el mundo, han hecho que Yucatán se
posicione a nivel mundial en los últimos años, como es el caso de Chichén-Itzá.
Surge así una oportunidad para la ciencia mexicana en un estado de la república
que es heredero de una tradición histórica de hacer ciencia que nos llega desde
los mayas. El modelo Yucatán de integrar en un sistema sus fortalezas en
ciencia y tecnología es por demás innovador y simple, como las buenas ideas que
necesita el país.
*Director General del Centro de Investigación Científica de Yucatán, A.C.
(CICY)
*Miembro del Consejo
Consultivo de Ciencias de la Presidencia de la República (CCC)
consejo_consultivo_de_ciencias@ccc.gob.mx