DR. WOLF LUIS MOCHAN
BACKAL
CENTRO DE CIENCIAS
FISICAS
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE
MEXICO
Presente
Me estoy permitiendo hacerle llegar el artículo
escrito por nuestro Coordinador General, Dr. Adolfo Martínez Palomo,
en coautoría con la
Dra. Rosamaría Valle Gómez-Tagle, titulado
“Una entrevista inédita con Diego Rivera”, publicado el día de hoy,
en la
sección Opinión
del periódico La Crónica de Hoy.
Aprovecho la ocasión para enviarle un cordial saludo.
Atentamente,
Luz Elena Cabrera Cuarón
Secretaria Ejecutiva Adjunta
Consejo Consultivo de
Ciencias de la
Presidencia de la
República (CCC)
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Por:
Adolfo
Martínez Palomo y Rosamaría Valle Gómez-Tagle* | Opinión
Miércoles 7 de Mayo de 2008 |Hora de publicación: 02:24
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Una
entrevista inédita con Diego Rivera
En noviembre de
1956, un año antes de la muerte del pintor, dos estudiantes quinceañeros de la
preparatoria del Colegio Madrid, Adolfo Martínez Palomo
y Rosamaría Valle Gómez-Tagle realizaron una entrevista con Diego Rivera para
el periódico escolar “Nosotros”. El texto permaneció ignorado hasta
hoy.
La cita era a las
doce en punto, y a esa hora llegamos a la casa de Diego Rivera. Esperábamos que
fuera una lujosa mansión y resultó una casa bastante rara, sin más adornos que
unos cactus agonizantes. Después de una infructuosa búsqueda del timbre
llamamos con la mano. Nos
abrieron y pregunté por la secretaria, señorita Proenza; ésta apareció por una
ventana y nos invitó a pasar. Subimos por una estrecha escalera que desemboca
en el estudio. En medio de la habitación se encontraba Diego pintando un enorme
cuadro. Nos recibió con una amabilidad sorprendente y nos dijo que tomáramos
asiento, pero los nervios nos obligaron a permanecer de pie.
Formulé la primera pregunta con la voz entrecortada. Diego respondió
rápidamente y sin vacilar, mientras Rosamaría tomaba apuntes:
— ¿En qué país encuentra la pintura su mayor grado de desarrollo?
—La pintura es un lenguaje humano y creer que pueda tener mayor grado de
desarrollo indica poco conocimiento. Cada país tiene una forma de expresión de
acuerdo con sus características históricas y nacionales: tan sólo una mente
académica, es decir, rutinaria e idiota, puede medir el desarrollo de la pintura
por un cartabón.
— ¿Qué opina usted de Picasso?
—Pienso de Picasso, que entre los pintores que viven actualmente en el
mundo, es quien posee mayor don de genio y de influencia interna, especialmente
en el mundo capitalista.
A medida que hablaba, nuestro nerviosismo se calmaba y pudimos contemplar el
estudio. Había “judas” para todos los gustos: chicos, grandes y
hasta enormes; sobre una mesita, un retrato de Frida Kahlo rodeado de idolillos
y pinceles; en otra mesa, una botella vacía de refresco y una paleta de pintor.
La indumentaria de Diego no podía ser más sencilla: saco de mezclilla, camisa
blanca, corbata azul, pantalones color azul pálido y unos enormes zapatos con
“zipper”.
El teléfono interrumpió la charla; volvió Diego al cabo de unos minutos y
proseguimos:
— ¿Qué opina de la pintura mural en comparación con la de galería y qué
función social tienen?
—Las dos tienen una función social muy diferente, pero en ambos casos
útil. La pintura mural es más útil al usufructo colectivo y la de caballete, en
ciertos casos, al usufructo privado, pero mediante las colecciones públicas y
la reproducción tanto en ejemplares sueltos como en volúmenes y, sobre todo,
por medio de la cinematografía y la televisión, la pintura de galería o sea la
de caballete, adquiere una función pública. Aparte de esta función social, la
pintura de caballete tiene la de un valor de cambio móvil semejante a la de una
acción industrial o un valor financiero sujeto a altas y bajas, según el
incremento de la demanda en el mercado. Esto es tan claro, que aún la ley
mexicana en su código correspondiente, asume la modificación de una obra de
arte conservando la firma del autor, como la alteración de un cheque, letra de
cambio o documento semejante y debe perseguirse de oficio, lo mismo que la
falsificación de una firma sobre un cuadro, dibujo o escultura que no sea hecho
por aquel a quien corresponda la firma con que se le autoriza falsamente.
Por lo demás, nadie debe extrañarse que a la obra de arte corresponda también
la legislación y las leyes económicas que se relacionan con las mercancías,
pues nadie podrá suponer que cuando compra un libro de poesías paga una
cantidad por el papel y no por los poemas; o si paga el boleto de un concierto,
compra el derecho de ocupar el asiento y dormirse eventualmente, o escuchar la
música, es decir, compra la música.
En apoyo de esta verdad asienta Carlos Marx, desde los primeros párrafos de su
obra El Capital: Crítica de la Economía Política, estas palabras:
“Mercancía es todo aquello que es útil a la vida del hombre, nada importe
que esta utilidad concierna al aparato digestivo o a la imaginación.”
Y un economista inglés, en una de las ediciones de El
Capital, hace esta acotación: “Son precisamente las mercancías que son
útiles a la imaginación, aquellas que resultan relativamente más caras”.
Podemos, por ejemplo, pensar no sólo en la poesía, en la música, sino en las
perlas, los diamantes y el amor mercenario. Por lo demás, la obra de arte no
sólo es una mercancía cuya utilidad concierna únicamente a la imaginación; su
función primordial, ya use la forma y el color; el sonido y sus ritmos, o, para
obtener éstos la palabra en la imagen poética y sus asociaciones; en todo caso
la función primordial y básica de la obra de arte es producir lo que llamamos emoción
estética, que es una de las formas más intensas del placer. Por esta misma
razón, excita las secreciones de determinadas glándulas de nuestro organismo,
por ejemplo, la
suprarrenal. Todo mundo sabe que sus descargas de adrenalina
producen toda la escala de las emociones, y a su vez, la emoción estética la
excita para esas descargas. Todas las secreciones glandulares a las que ayuda
la sensación estética son útiles y a la vez necesarias a la vida humana. Al
mismo título y en el mismo plano que los fenómenos que permiten al organismo
absorber lo necesario para su vida de las sustancias alimenticias que ingiere;
por eso, la utilidad de la obra de arte llena toda la escala de las necesidades
humanas; desde las de la imaginación, hasta las del aparato digestivo. Es por
esto por lo que cuando pretendemos explorar el tiempo hacia los orígenes mismos
de nuestra especie, el principal material de que podemos disponer son obras de
arte o fragmentos de ellas, pues desde que en los tiempos antiguos aparece la
traza de la vida humana, al mismo tiempo aparece la de la obra de arte. Por
esto podemos asegurar que la función social del arte es inherente a toda
asociación humana; desde la tribu a los imperios y las grandes federaciones de
repúblicas; el arte es necesariamente permanente, cambiante de continuo, e
indestructible, mientras exista sobre la tierra la vida humana.
El placer que proporciona el arte es el atractivo, el cebo o la trampa para
atraer al ser humano y comunicarle, elevando su nivel sensitivo y cerebral, su
contenido positivo y progresista, o contagiarlo de su contenido negativo. La
pintura o cualquier otra forma de las obras de arte puede ser elemento útil y
potente para el progreso y el desarrollo humanos, y el justo usufructo del
placer en sus formas más altas, o bien, agente de perversión o medio de
intoxicación, lo mismo para el individuo que para la sociedad de que forma
parte.
—Entre los pintores mexicanos ya fallecidos ¿a quiénes considera como los
más importantes?
—A José María Velasco, José Guadalupe Posada, Orozco y Frida Kahlo.
— ¿Cuál es el porvenir de la pintura en México?
—Este porvenir está determinado por el que pueda tener México mismo.
— ¿Qué impresión tiene usted de la juventud
mexicana?
—Tiene la suerte de tener pocos años y posibilidad de vivir mucho,
cualidad que comparte con la juventud del resto del mundo.
Diciendo esto hizo un ademán que nos hizo comprender que había terminado;
agradecimos su amabilidad y nos despedimos de él.
Impresionados aún, bajamos las escaleras y nos encontramos repentinamente en la
calle, satisfechos por haber conocido a un gran hombre.
*Adolfo
Martínez Palomo es Coordinador General del Consejo Consultivo
de Ciencias de la Presidencia de la República (CCC)
*Rosamaría Valle Gómez-Tagle es Directora General de Evaluación Educativa de la
UNAM
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