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CCC - Artículo del Dr. Jaime Urrutia Fucugauchi



Title: Xxxxxx

DR. WOLF LUIS MOCHAN BACKAL

INSTITUTO DE CIENCIAS FISICAS

UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MEXICO

Presente

 

Adjunto al presente mensaje me permito hacerle llegar el artículo escrito por el consejero, el Dr. Jaime Urrutia Fucugauchi, titulado, “El cráter Chicxulub y la extinción de los dinosaurios”, publicado el día de hoy en la sección Opinión del periódico La Crónica de Hoy.

Aprovecho la ocasión para mandarle un cordial saludo.

 

Atentamente,

 

Dr. Rigoberto Aranda Reyes

Secretario Ejecutivo Adjunto

 

Consejo Consultivo de Ciencias de la

Presidencia de la República

 

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Jaime Urrutia Fucugauchi* | Opinión  2011-10-05 |

 

El cráter Chicxulub y la extinción de los dinosaurios

 

Hace treinta años, en 1981 los geofísicos Glen Penfield y Antonio Camargo Zanoguera propusieron que, oculto en la península de Yucatán, se encontraba un cráter de grandes dimensiones: el cráter Chicxulub. Este estudio se presentó casi un año después de la publicación de Luis Álvarez y colaboradores, en el que se planteó la ocurrencia de un impacto de grandes dimensiones como la causa de la extinción masiva de organismos, incluyendo a los dinosaurios, que marcó el fin de la Era Mesozoica. En la publicación se proponía que el impacto generó efectos globales que alteraron el clima y el ambiente del planeta hace 65.5 millones de años, afectando los sistemas de soporte de vida y causado la desaparición de 75 por ciento de las especies. La propuesta generó un gran interés en la comunidad científica, el cual se ha mantenido durante estas tres décadas, y que ha sido comentado en los medios de difusión como la teoría del impacto para la extinción de los dinosaurios.

Aunque los resultados del hallazgo de Chicxulub y la posible relación con las extinciones se analizaron en el reporte de 1981, transcurrirían otros diez años antes de que la conexión entre la teoría del impacto y Chicxulub se estableciera. A partir de 1991, el cráter ha estado ligado a los estudios sobre las extinciones masivas y a cambios en la biodiversidad, que incluyen a los mamíferos y, entre ellos, a los primates. Los cambios en la Tierra ocurridos en la frontera del Mesozoico al Cenozoico marcan una de las transiciones mayores y, en este contexto, el impacto Chicxulub es uno de los eventos críticos que cambiaron la historia de la vida.

No obstante que en la literatura científica se tiene un gran número de publicaciones y que las investigaciones han sido comentadas en los medios de divulgación en ciencia, en nuestro país se ha dado relativamente menor difusión.

En los años anteriores a la presentación del hallazgo de Chicxulub a fines de la década de los años 70, Penfield y Camargo Zanoguera analizaron los datos de los estudios geofísicos de los programas de exploración en el sureste de México, llevados a cabo por Petróleos Mexicanos. Hicieron énfasis en particular en la parte norte de la península de Yucatán, estudios que les permitieron reconocer valores anómalos del campo magnético en una zona de la costa, alrededor de Puerto Progreso, y la cual se encontraba a su vez dentro de una región más amplia con valores anómalos del campo gravitacional. Estos estudios de gravimetría y magnetometría, junto con otros métodos geofísicos, forman parte de las herramientas de exploración para investigar el subsuelo y localizar posibles yacimientos de petróleo y gas. Cabe señalar que en aquel tiempo eran pocos los cráteres de impacto identificados en la Tierra y recién se habían iniciado los estudios sobre impactos y formación de cráteres en la Luna y otros cuerpos del sistema solar. La estructura en Yucatán, con un diámetro de unos 200 kilómetros, representó uno de tan solo tres cráteres de mayor tamaño documentados para el registro terrestre. Los estudios posteriores en la década de los 90 confirmarían el origen de impacto y revelarían su morfología y características como un cráter complejo tipo multi-anillo.

En el proceso de formación del cráter ocurrió la excavación de grandes volúmenes de roca de la corteza y la eyección de material fragmentado, una buena parte expulsado fuera de la gravedad terrestre y otra parte distribuido en forma global en el planeta. El material arrojado fuera de la excavación (la que alcanzó profundidades de unos 25 kilómetros en unos cuantos segundos) ocasionó severos efectos en el ambiente, incluyendo el calentamiento de la parte alta de la atmósfera, con el reingreso de fragmentos en forma de lluvia de miles de meteoritos, generando un pulso térmico conocido como “la bola de fuego”. El material más fino formó una capa de polvo que cubrió el planeta y bloqueó la radiación solar. La nube de polvo provocó un descenso en la temperatura e interrumpió los procesos de fotosíntesis por un periodo de varios meses. La entrada del polvo al depositarse generó efectos ambientales mayores de lluvia ácida, y en los mares, procesos de acidificación, afectando a los organismos.

Los efectos a largo plazo se han documentado a partir de los registros geológicos, los que sugieren cambios climáticos tales como: un enfriamiento inicial por el bloqueo de radiación solar, seguido de un calentamiento asociado a la inyección de grandes volúmenes de dióxido de carbono, vapor de agua y otros gases provenientes de la volatización de la plataforma de Yucatán. En las zonas cercanas al impacto, hasta distancias de unos 2000 kilómetros, los efectos fueron mayores. El impacto provocó deformaciones y colapsos de los márgenes de la plataforma de Yucatán y la generación de enormes tsunamis, cuyos efectos han sido documentados en una amplia zona del Océano Atlántico. Los depósitos de tsunami asociados a Chicxulub son los más grandes documentados en el registro geológico, un orden de magnitud mayor que los registrados, por ejemplo, para el tsunami del Océano Índico en diciembre de 2004 y que afectó una extensa zona, desde Indonesia hasta África.

Los efectos del impacto en los sistemas de soporte de vida y los mecanismos de extinción han sido intensamente investigados y debatidos a lo largo de estas tres décadas. En los últimos años, por sus implicaciones con los cambios globales actualmente en proceso y sus repercusiones para los organismos, estos estudios se han ampliado para incluir las condiciones y mecanismos que permitieron a ciertas especies sobrevivir a los efectos del impacto, y sobre los procesos de diversificación y recuperación de la biosfera. ¿En cuánto tiempo y en qué forma se afectaron las condiciones en el planeta? Las investigaciones en la zona cercana al impacto en Yucatán constituyen una importante componente, crítica para entender los diferentes procesos y efectos. Por ejemplo, en los estudios de núcleos de sedimentos recobrados en los programas de perforaciones marinas a los largo de las costas del Atlántico, se registran la secuencia de eventos, con las capas depositadas antes del impacto ricas en microfósiles del Cretácico, la capa de material fragmentado de la eyecta de impacto, seguida de la capa de la bola de fuego y las capas de sedimentos depositadas tiempo después de la catástrofe. Los fósiles encontrados en las primeras capas y en las últimas son distintos, indicando el recambio de especies. Entre la capa de la bola de fuego y las capas basales del Cenozoico se observa un intervalo caracterizado por la ausencia de restos fósiles conocido como “la capa de los océanos vacios”. La capa representa un compás de espera entre la extinción de la biota marina y la recolonización de los ecosistemas en los principios del Cenozoico.

En las pasadas tres décadas, a partir del estudio de Camargo Zanoguera y Penfield, las investigaciones sobre el impacto y sus efectos han desentrañado nuevos elementos para entender los complejos procesos y relaciones asociadas a las extinciones masivas, los efectos de impactos y las implicaciones en los procesos evolutivos. El impacto Chicxulub marca uno de los eventos importantes en la evolución de la vida en la Tierra, coloquialmente con la transición de la era de los dinosaurios a la era de los mamíferos. En los próximos años, los estudios sobre Chicxulub continuarán proporcionando nuevos resultados sobre aspectos fundamentales relacionados a impactos y la evolución de la vida.

Miembro del CCC