Alfonso
Larqué Saavedra* | 2012-08-1
Descentralizar la ciencia:
El caso Yucatán
En textos
anteriores he señalado la gran importancia que tiene la descentralización de
la ciencia y tecnología para México y, por supuesto, que el Estado está obligado a
presentar iniciativas en ese sentido. Existen ya algunas propuestas que han
empezado a consolidar la ciencia y tecnología en estados fuera de la ciudad
de México y la zona metropolitana.
El Estado de
Yucatán, en México, es internacionalmente conocido por ser el lugar donde la
cultura Maya edificó Chichen Itzá. Es un Estado con menos de 2 millones de
habitantes, con una superficie de 40 mil kilómetros cuadrados y cuenta con
una larga tradición cultural.
Yucatán ha decidido
no esperar por las grandes políticas nacionales para impulsar una economía
basada en el conocimiento. Con una planta de más de 1,000 científicos, el 26
de mayo de 2008 definió establecer una política científica local. El objetivo
principal es que ésta le permita transitar a una nueva época en la que la
ciencia y la tecnología sean palancas del desarrollo económico local.
El modelo planteado
tiene como eje central el establecimiento del Sistema de Investigación,
Innovación y Desarrollo Tecnológico de Yucatán (SIIDETEY) dentro del cual
integró a las 10 instituciones públicas, tanto federales como locales, de
mayor prestigio en el Estado. Los dos principales objetivos del Sistema son:
facilitar que los mejores investigadores del Estado desarrollen conjuntamente
proyectos de investigación para atender temas locales de prioridad para
Yucatán, y ser el interlocutor entre las instituciones de investigación y el
gobierno del Estado para obtener financiamiento que impulse el desarrollo de
la ciencia y la tecnología.
Las diez
instituciones que integran el SIIDETEY son: la Universidad Autónoma de
Yucatán (UADY), que tiene 90 años de haber sido fundada; El ITM, Instituto
Tecnológico de Mérida con más de 50 años; tres Centros Públicos de
Investigación dependientes del Conacyt; así como La Universidad Nacional
Autónoma de México (UNAM) con dos campus, y el Centro de
Investigación y estudios Avanzados (Cinvestav). Por último, la sede
sur-sureste del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y
Pecuarias (INIFAP), el Instituto tecnológico de Conkal y la Universidad
Tecnológica Metropolitana.
En principio el
SIIDETEY describió lo que son los laboratorios naturales con los que cuenta
el Estado para desarrollar, en estos, investigaciones científicas de gran
visión. Entre los que destacan el Cráter de Chicxulub, el acuífero
peninsular, la cultura maya, y la biodiversidad. De igual forma definió como
campos prioritarios, el desarrollo del pueblo maya; el desarrollo costero; el
agua; la salud; la alimentación; la educación; la energía; y el hábitat. El
ejercicio le permitió precisar los temas centrales de interés local para cada
uno de esos campos. Por ejemplo, en el campo del agua definió prioritario la
conservación del acuífero peninsular.
El modelo ha
logrado buenos avances en la consecución de recursos para apoyar la
investigación que desarrollaran los investigadores del SIIDETEY. El Estado
decidió financiar la infraestructura para impulsar una mayor interacción
entre los científicos: los laboratorios SIIDETEY y el establecimiento de un
Parque Científico Tecnológico. El desarrollo de los laboratorios SIIDETEY
está concebido para dar servicio a estudiantes e
investigadores en áreas tales como los biomateriales, nanotecnología,
biotecnología, la ingeniería y procesos costeros, procesamiento de alimentos,
las energías renovables. Así mismo, financia un Banco de Germoplasma.
Para el Parque
Científico Tecnológico cedió 102 hectáreas. En principio, ahí se establecerán
los laboratorios SIIDETEY y las edificaciones para los programas de
vanguardia de las instituciones del Sistema. Se dispondrá de espacios para el
establecimiento de empresas de base tecnológica. Adicionalmente, se ha
ofrecido que el Parque pueda disponer de otras 100 hectáreas para apoyar el
establecimiento preferentemente de más empresas. Se estima que para el año
2018, el Parque albergue al menos 300 investigadores y 1,000 estudiantes de
posgrado.
Los trabajos de
construcción de El Parque Científico y Tecnológico y los laboratorios
SIIDETEY ya iniciaron. Con ello el SIIDETEY espera convertir a Yucatán en un
polo para el desarrollo de la ciencia y la tecnología en el Sureste Mexicano,
el Caribe y los países Centroamericanos y que atraiga, entre otras cosas, a
estudiantes de habla hispana.
Cabe señalar que el
SIIDETEY ha contado de manera permanente con el apoyo del Conacyt. Ejemplo de
ello está en la creación de un programa de formación de recursos humanos en
universidades del extranjero en áreas prioritarias para el Estado, y la
implementación de programas nacionales para que el sector industrial cuente
con dinero semilla y se vincule -vía proyectos de desarrollo tecnológico- con
el sector académico. Todo esto promoverá la mejora continua del sector
empresarial y el establecimiento de nuevas compañías y empresas de base
tecnológica. Se espera que estas generen empleos permanentes producto de los
logros del modelo SIIDETEY.
Localmente, el
SIIDETEY ha iniciado de manera paralela el establecimiento de programas
académicos interinstitucionales en las áreas de la energía renovable, la
floricultura y en ciencias ambientales, por mencionar sólo algunos. El
financiamiento del SIIDETEY, motor del modelo, no le cuesta al Estado. El
Sistema trabaja en el marco de un acuerdo que suma capacidades científicas de
las Instituciones que integran, y que está vinculado al Estado vía el
Secretario de Educación local; quien, por cierto, ha sido el artífice de este
modelo. El total invertido en El Parque alcanza, hasta el momento, 550
millones de pesos (aproximadamente unos 40 millones de dólares). Un monto
equivalente se ha captado, desde su fundación hace 4 años, para el
financiamiento de proyectos de investigación. Este modelo, por la visión
planteada y los avances logrados para impulsar la ciencia y tecnología, ha
sido aprobado por unanimidad por los diferentes partidos políticos que
conforman el Congreso local, quienes han establecido en la ley de Ciencia y
Tecnología correspondiente del año 2011, la existencia del SIIDETEY y del
Parque Científico Tecnológico.
El financiamiento
logrado para la ciencia y tecnología en Yucatán en últimos cuatro años, no
tiene antecedente comparativo. Creo, ha sido bienvenido por estar en el
sur-sureste del país, lugar donde se localizan las grandes riquezas del país,
desde los yacimientos petroleros, el agua, la mega diversidad biológica y
cultural, entre otros.
Yucatán cuenta ya
con 4 años de experiencia gracias al modelo del SIIDETEY, mismo que ha sido
presentado en el Colegio Nacional para compartir su estructura y los avances
logrados. El SIIDETEY cuenta con un Consejo Asesor conformado por destacados
académicos, varios de ellos Premios Nacionales de Ciencias, quienes le han
aportado ideas y análisis para favorecer certeza en el accionar de sus
iniciativas.
En estos tiempos de
cambios en la política nacional, bien valdría la pena considerar la experiencia
del modelo SIIDETEY en el marco de la cultura para impulsar a la ciencia y a
la tecnología de nuestro país.
* Coordinador de la sección de Agrociencias de la Academia
Mexicana de Ciencias.
Integrante del Consejo Consultivo de Ciencias Presidencia de la República.
Investigador del Centro de Investigación Científica de Yucatán.
consejo_consultivo_de_ciencias@xxxxxxxxxx
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