DR. WOLF LUIS MOCHAN
BACKAL
CENTRO DE CIENCIAS
FISICAS
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE
MEXICO
Presente
Me estoy permitiendo hacerle llegar el artículo escrito
por nuestro consejero, Dr. Octavio Paredes López titulado “Eugenio Méndez
Docurro, magno creador de tecnosaber”, publicado el día de hoy, en la sección Opinión del periódico La Crónica
de Hoy.
Aprovecho la ocasión para enviarle un cordial saludo.
Atentamente,
Luz Elena Cabrera Cuarón
Secretaria Ejecutiva Adjunta
Consejo Consultivo de
Ciencias de la
Presidencia de la República (CCC)
San Francisco No. 1626-305
Col. Del Valle
Delegación Benito Juárez
03100 México, D.F.
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Por: Octavio Paredes
López | Opinión
Miércoles
1 de Octubre de 2008 | Hora de publicación: 04:50
Eugenio Méndez Docurro,
magno creador de tecnosaber
Eugenio Méndez Docurro (EMD) estudió los
niveles de secundaria y preparatoria en la Vocacional 2 del
Instituto Politécnico Nacional (IPN), y se graduó de ingeniero en
comunicaciones también en el Politécnico en 1947 y posteriormente efectuó
estudios de posgrado en la
Universidad de Harvard, MIT y en otras instituciones de
Francia e Inglaterra. Al poco tiempo de su regreso a México fue nombrado
subdirector general del IPN y en 1959 director general del mismo, en donde creó
escuelas de física y matemáticas, enfermería, de graduados y otros grupos. Sin
duda alguna EMD se encuentra dentro de los más grandes y sobresalientes
constructores mexicanos de programas e instituciones de educación técnica y de
innovación científica y tecnológica (ICT) del siglo XX. Muy probablemente don
Eugenio empezó a adquirir esta visión que lo ha caracterizado a lo largo de su
fecunda vida a partir del puerto veracruzano que lo vio nacer; y de cuyo estado
siente un enorme orgullo.
Muy pronto se dio cuenta de la necesidad del país de incidir en áreas
estratégicas y acelerar la formación de personal altamente calificado para la
educación y la ICT;
necesidad que fue enriquecida con sus interacciones nacionales e
internacionales y muy especialmente con su ex profesor y colega politécnico, a
la sazón científico en el MIT, Manuel Cerrillo. Su liderazgo en el IPN y su
cercanía con el poder político, especialmente con el presidente Adolfo López
Mateos, entre otros, se conjugaron para llevar a cabo la creación en 1961 del
Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del IPN (Cinvestav; su 50
aniversario y los festejos correspondientes son inminentes); algunos
académicos, por ignorancia o por mala fe tratan de restarle este enorme mérito (pero
innumerables documentos oficiales e insignes personas que vivieron los
acontecimientos lo atestiguan fehacientemente) y procuran atribuírselo a otro u
otros que se incorporaron al Cinvestav cuando la decisión de su creación ya
había sido tomada y las acciones estaban en marcha; e igualmente han tratado de
desarticular al centro del instituto que le dio vida y razón de ser.
De último momento el Dr. Cerrillo declinó la dirección ofrecida y esto muy
probablemente cambió el derrotero a seguir por el naciente Cinvestav; de esta
manera don Eugenio le propuso y convenció al secretario de Educación Pública,
Jaime Torres Bodet, y al presidente López Mateos para designar a Arturo
Rosenblueth como su primer director. Rosenblueth había estudiado medicina en la UNAM y en Francia y después
se especializó en la
Universidad de Harvard en donde desarrolló una muy brillante
carrera académica antes de incorporarse al Instituto Nacional de Cardiología.
Siendo subsecretario de Comunicaciones, EMD es nombrado vocal ejecutivo del
organismo predecesor del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología del Instituto
Nacional de la Investigación Científica, de los años 1965 a 1970; Méndez Docurro
ya tenía acumulada a la fecha una buena dosis de experiencia, ya que había
participado en la época avilacamachista con el ilustre Sandoval Vallarta en una
comisión impulsora de la ciencia y tecnología (CyT).
En el INIC, él preside los trabajos de diversas comisiones integradas por cerca
de 800 científicos y tecnólogos, y que estaban coordinados por personas de lo
más distinguido del México de esa época, para evaluar la situación de la CyT azteca; actividades que
desembocaron en 1970 en la creación del Conacyt y funge así como su primer
director general, simultáneamente a su función de secretario de Comunicaciones
y Transportes; al establecer las bases para el arranque del consejo por más de
dos años, renuncia al mismo para concentrarse en sus otras actividades de
funcionario. Para la creación del Conacyt, EMD contó con la estrecha
colaboración, como él mismo lo atestigua, de la UNAM (por cierto siempre presente en los grandes
eventos académicos), del IPN, de otras instituciones de educación superior, de la entonces Academia
de la
Investigación Científica, hoy Academia Mexicana de Ciencias,
y de diversos organismos gubernamentales y no gubernamentales. Es decir, no
fueron en forma anónima las comunidades de investigadores los creadores del
Cinvestav y del Conacyt, como sugieren algunos; fueron personajes liderados por
uno de ellos, por uno de los mismos, y en estos dos casos por EMD; honor a
quien honor merece.
En 1962 se crea por decreto presidencial la Comisión Nacional
del Espacio Exterior (Conee), siendo subsecretario de Comunicaciones Walter
Buchanan, y miembro de la misma, don Eugenio. La colaboración e intercambio de
información meteorológica y de otros componentes de CyT con los EU, Argentina y
Brasil, fue muy intensa; se aceleró el envío de cohetes al espacio mexicano y
los programas de percepción remota, así como el entrenamiento de personal especializado.
En 1974, siendo EMD secretario de Comunicaciones, se inauguran los laboratorios
de la Conee. Con
el cambio de gobierno federal en 1977, y como ocurre en México con alguna
inexplicable frecuencia, fue disuelta esta comisión, dispersándose el personal
y dejando de lado los avances y las experiencias en un campo que todavía estaba
en sus etapas iniciales, y en las que se habían alcanzado niveles de frontera
en el tecnosaber.
En 1989 se le nombra director general del Instituto Mexicano de Comunicaciones,
organismo que participa en el desarrollo de proyectos y diseño de satélites de
comunicación con tecnología nacional, para lo cual se entrena rápidamente a
ingenieros mexicanos; este grupo hace también los estudios para seleccionar las
mejores propuestas de construcción y lanzamiento de los satélites denominados
Solidaridad con tecnología mayoritariamente foránea. En 1997 se disuelve este
organismo y se pierden los logros alcanzados para la construcción de
microsatélites experimentales que estaba en pleno desarrollo.
De conformidad con lo que ha ocurrido en diversos eventos de la ICT en el país, de pare y
arranque, la Cámara
de Diputados aprobó en el 2007 la creación de la Agencia Espacial
Mexicana; a pesar de décadas de atraso y de esfuerzos perdidos
en estas actividades fundamentales en la
ICT, se espera que esta agencia entre en operación en el
futuro próximo y que le toque mejor suerte que los eventos precedentes.
Don Eugenio ha recibido una enorme cantidad de reconocimientos de instituciones
y organismos nacionales e internacionales; y todavía en la actualidad
desarrolla una serie de actividades académicas dignas de elogio. Sería
altamente deseable que su alma máter y otros organismos del tecnosaber
encabezaran acciones tendentes a que el ejemplo de este gran visionario fuera
ampliamente conocido por los jóvenes de nuestro país. La sociedad mexicana del
presente y del futuro, con las desavenencias y desasosiegos actuales, bien se
lo merece.
*Científico del Cinvestav-IPN, Irapuato, Miembro de la Junta de Gobierno de la UNAM y del Consejo Consultivo
de Ciencias de la
Presidencia de la República (CCC)
consejo_consultivo_de_ciencias@ccc.gob.mx